Mendoza está preparada para hacer cine

Visitamos, en un día de rodaje, una de las locaciones donde se está filmando “Empieza el baile”. El lugar elegido fue un hotel en el departamento de Guaymallén. Además, conversamos con los productores sobre la experiencia de filmar en la provincia.

Por Laura Romboli

La escena es actual, pero al llegar al lugar el viaje mental va más rápido que los pasos que nos acercan a un “campamento” anclado estratégicamente. Y nos situamos allí, buscando imágenes que pueden ser de un pasado muy lejano como una caravana de artistas llegando a un pueblo o de cualquier escena de una serie distópica donde, luego del caos, el arte está dispuesto a enfrentar los malos tiempos.

El paisaje verde que nos recibe marcado por un camino de ripio y rotondas de antesala, nos indica que llegamos al Hotel Savoya, en el departamento de Guaymallén, que por unos días abre sus puertas y guarda su letra “A” (en el film el hotel lleva por nombre Savoy) encantados de ser elegidos para el rodaje de una película.

Y al final del pasillo, el “mundo del cine” que parece dispuesto a renacer en cada gesto, en cada cámara, en cada acción.

Álvaro Lavín (Meridional Producciones de España) y Marcelo Ortega (Oeste Films de Argentina) hicieron, hace tres años, un pacto, que consistía en que en enero del 2022 realizarían el proyecto “Empieza el baile”, ganador de un premio, de la directora y escritora Marina Seresesky y protagonizada por Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale. Tiempo después, se sumaron las productoras Patagonik y Habitación 1520.

Claro está que ni el más temido de los pensamientos que la imaginación -a veces- nos puede sorprender se hubiese animado a presagiar una pandemia que pusiera en peligro, las artes, el cine, los sueños…

Entonces lo que se muestra toma más valor. Hay un equipo de 100 personas que está trabajando. En cada rincón de la sala, en un silencio cuidado y con la concentración de estar haciendo cada uno el papel asignado transcurre en Mendoza los días del rodaje de una coproducción internacional. 

Los barbijos (como señal abierta y clara que hay un protocolo para cumplir) hacen como una suerte de credencial, un pase habilitado para permanecer durante las largas jornadas.

El momento que se está filmando es uno de los más importantes. “Claro que acá pasa algo fundamental” dice el productor español del filme, que despierta nuestra curiosidad, pero sabemos que solo eso nos adelantará.

Dejamos a los actores, al gran equipo trabajando y a la escena número… cinco y nos alejamos del set para no entorpecer y para conversar con Álvaro Lavín y Miranda De SÁ Souza-ambos productores de “Empieza el baile”- que nos cuentan cómo es esta experiencia tan “federal”.

Álvaro Lavín: «Mendoza es un lugar donde el cine se puede hacer en su mejor expresión”

Álvaro Lavín de Meridional Producciones
  • “El proyecto surge de mi productora que es Meridional producciones, Marina gana un premio muy importante en el 2017 al mejor guion latinoamericano. En el 2018 conozco Marcelo Ortega de Oeste Films y le presento el proyecto. Nos pusimos a buscar financiación para hacer la película cada uno desde su país”.
  • “Es la película que Marina Seresesky soñó hacer y es la película que me emocionó y me di cuenta que era la siguiente película que quería encarar. A Marcelo Ortega, le pasó igual y al resto como los actores leyeron el guion y ha habido algo que a todos nos ha hecho decidir que es la película que queríamos hacer”.
  • “Hacer cine es un puzle de muchas piezas que deben encajarse. Para nosotros es una aventura estupenda. Lo interesante es que Empieza el Baile nos permita pensar en proyectos futuros. Tenemos que seguir adelante y la industria tiene que funcionar. Tenemos que generar porque además el cine no ha acompañado a todos en épocas tan triste cuando estábamos en casa”.
  • “El equipo entre Madrid, Buenos Aires, Rosario y Mendoza son 120 personas. No todas al mismo tiempo porque, pensamos en una película federal, y van pasando personas y equipos que se van quedando en cada ciudad. Mendoza es la base principal de nuestra película”.
  • » Mendoza, me parece que lo tiene todo, las relaciones son sencillas, son inmediatas. Hay algo que atraviesa, que te hace pensar que no estás en una gran urbe con toda la burocracia que eso conlleva, que para el cine es el gran enemigo. Tienen paisajes, tienen industria enamoradas del audiovisual que tienen ganas de apoyar. Con cada persona que conozco, tiene un sentimiento de proyectar Mendoza para afuera y creo que el cine, lo tiene que aprovechar”. 

Miranda De Sá Souza: “Si hay algo que me encantó del proyecto, fue que desde la producción lo plantearon desde lo federal”

  • “Mi función en la película, además de estar con mi productora Habitación 1520, es encargarme de la parte de administración y de control de campo. Estoy un poquito atrás del director de producción y la jefa de producción, y que no estén solos. Si bien ellos arman la movida, yo estoy. Trato de detectar “posibles” problemas en el rodaje y trato de adelantarme”. 
  • “En este rodaje tenemos un plus que es la pandemia y acá el tema en es mucho el control del set para que no se disparen los casos y estar muy atrás de los protocolos y cuidando mucho a los actores que son los que se sacan el barbijo. Fue todo un desafío sumarle todo este cuidado de pandemia a algo tan grande”. 
  • “Si hay algo que me encantó del proyecto de entrada, más allá del guion, fue que desde la producción lo plantearon desde lo federal. Me parecía hermosa que fuera tres provincias, Buenos Aires, Rosario y Mendoza”.
  • “Marina (Seresesky) es super talentosa y es el referente que baja todo tan claro que hace todo más fácil, Además se involucra mucho en todo el proceso creo que hizo que tengamos el equipo que tenemos. Y es mágico que todos nos encajamos muy bien, con el mundo rosario y el mundo Mendoza”.
  • “Empieza el baile es una hermosa peli, pero, sobre todo, es una experiencia de vida, que atraviesa Yo creo que el cine siempre te deja algo y esta película te deja algo. Y una experiencia que se va a ver, todo este amor que hay en la historia, en el cine”.



Con el atardecer se apagan las luces que indican que finaliza un día más de rodaje. Queda aún mucho por recorrer, semanas intensas de filmación donde la historia conocerá los paisajes que tiene Mendoza y que una vez más, se convierte en la protagonista, en el lugar elegido, para filmar una producción internacional.

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